viernes, 22 de octubre de 2010

Martin Lewis, la ciudad de Nueva York al contraluz


Las imágenes que muestro en este artículo están tomadas de la red; blogs, casas de subastas, museos y webs dedicadas a Martin Lewis. Así pues no puedo advertir sobre su posible utilización no personal, cualquiera que esta sea. He seleccionado las de más interés artístico y las de mejor calidad de imagen, naturalmente según mi criterio. 


Martin Lewis, 1928, Relics (Speakeasy Corner)

Con su espectacular tratamiento de la luz y las sombras, y con una imponente ciudad como Nueva York como escenografía, habitada además por elegantes mujeres de ropa ceñida, resulta un cóctel sensacional. Una ciudad tan poderosa física y visualmente como Nueva York, constituye el contrapunto perfecto a la delicadeza, elegancia y erotismo de sus mujeres, cuyas sensuales curvas y despreocupados movimientos quedaban obsesivamente destacados por los habituales contraluces de sus obras. En ocasiones, el alarde excesivo desplegado por Lewis con estos contraluces deja una sensación de cierta demagogia, pero cuando se contiene el resultado es magnífico. En todo caso, el hábil uso de la luz le permite dramatizar  cuando lo require la escena o por el contrario darle un tono festivo.



Martin Lewis, 1916, The Orator




Martin Lewis, Passing Storm, 1919, mezzo-tinta.




Martin Lewis, 1928, Fifth Avenue Bridge, puntaseca




 
Martin Lewis, 1929, Quarter of Nine, puntaseca




Martin Lewis, 1929, Bay Windows, puntaseca





Martin Lewis, 1930, Arch Midnight





 Martin Lewis, Corner Shadows, 1930, puntaseca





Martin Lewis, 1930, Shadow Dance, puntaseca





Martin Lewis, 1930, Subway Steps, puntaseca




Martin Lewis, 1930, Spring Night, Greenwich Village, aguafuerte y puntaseca
La localización de este grabado es Bedford Street, en Greenwich Village, Nueva York. La imagen incluye muchas escenas cotidianas como los amantes que se abrazan y el interior de la tienda iluminado con el zapatero ensimismado en sus labores. Un esbozo preparatorio muestra que Lewis estuvo especialmente preocupado por la ubicación del conjunto de sombras en el pavimento. El aspecto aterciopelado de esta puntaseca es propio de esta técnica. Este grabado a la puntaseca resultó ser un gran éxito, por el que Lewis recibió el Charles M Lea Prize en 1931.




Martin Lewis, 1931, Cathedral Steps, puntaseca




Martin Lewis, 1931, Little Penthouse, puntaseca
En este grabado, el uso efectista de la iluminación contribuye a crear una sensación dramática inminente. La pintura de Lewis con sus panoramas nocturnos le empareja con el cine negro, un género que le era familiar. Era amigo del guionista de Dudley Nichols, que poseyó una importante colección de sus obras.




Martin Lewis, 1931, Rainy Day Queens, puntaseca





Martin Lewis, 1931, Snow on the El

El amigo Avi Katz, fantástico urban sketcher de Tel Aviv, y que tiene un artículo dedicado a él en este blog, me ha mandado amablemente esta foto de la escalera dibujada por Lewis. Con ella como referencia se deduce, además de la belleza formal de sus dibujos, el rigor casi topográfico de Martin Lewis al representar los diferentes paisajes urbanos de New York.
 




Martin Lewis, 1932, Ha'nted.




Martin Lewis, 1932, Night in New York, aguafuerte




Martin Lewis, 1935, Bedford Street Gang, puntaseca




Martin Lewis, 1939, Shadow Magic





Martin Lewis, 1929, Glow of the City.




Martin Lewis, 1940 - 41, Chance Meeting, puntaseca







Martin Lewis nació el 7 de junio de 1881 en Castlemaine, Australia, y murió en 1962. Parece ser que desde niño tuvo verdadera pasión por el dibujo. Con quince años viajó por Nueva Gales del Sur y Nueva Zelanda, antes de instalarse en los alrededores de Sidney. Estudió con el pintor Julian Ashton en la Art Society’s School de esa ciudad y consiguió publicar algunos dibujos un periódico local. Ashton fue uno de los primeros artistas australianos en practicar el grabado.



En 1900 viajó a Estados Unidos, sobreviviendo como ilustrador comercial. Su primer trabajo constatado fue como decorador en la campaña Presidencial de McKinley de 1900. Poco se sabe de él hasta 1909, aunque en esa fecha vivía y trabajaba en la ciudad de Nueva York. Sus grabados más tempranos datan de 1915 y muestran ya una extraordinaria capacidad técnica, hasta el punto de asesorar en sus inicios como grabador, en ese mismo año, a su amigo Edward Hopper. Durante esa época no dejó de experimentar todas las facetas del grabado; aguafuertes, aguatinta, puntaseca y mezzo-tinta. Decisivo para su carrera artística fue su viaje de dieciocho meses a Japón en 1920.


En 1925 retoma la actividad como grabador, y los siguientes diez años se convierten en los más productivos y mayor calidad de su vida artística; 81 grabados de los 148 conocidos. Martin Lewis se hizo famoso por sus imágenes de la ciudad de Nueva York. Desde comienzos de 1927 realiza muchas de las imágenes más memorables de la ciudad; “Relics”, “Glow of the City”, “Shadow Dance” y “Subway Steps.” “Relics”, realizada en 1928, fue bien acogida por el público y la edición se vendió en unos meses.


El éxito de su primera exposición individual en 1929 cambió su vida, pues le permitió dejar el trabajo comercial y concentrarse exclusivamente en el grabado. Con el inicio de la Gran Depresión dejó la ciudad durante cuatro años, entre 1932 y 1936. Cuando finalmente pudo volver a Nueva York en 1936, el mercado había cambiado, y el interés por su trabajo desapareció. A su muerte Martin Lewis era un artista olvidado. Muchos años más tarde, sus grabados fueron redescubiertos hasta el punto de que hoy día su obra gráfica alcanza la misma cotización que los grabados del mismísimo Edward Hopper. 
Imagino que después de ver estos preciosos grabados alguno de vosotros querrá conocer más a fondo su obra y su biografía. Para ellos dejo las siguientes webs: 

En esta web, recoge 90 obras de Martin Lewis; dibujos, grabados, apuntes a lápiz, acuarelas.Como ocurre en multitud de casos, las acuarelas y pinturas no están al nivel de sus grabados.



http://americanart.si.edu/collections/search/artwork/results/?page=1&num=10&image=0&view=0&name=&title=&keywords=&type=&subject=&number=&id=2920  ,web del Smithsonian American Art Museum, magnífica en cuanto a la cantidad y calidad de las imágenes.

http://www.dia.org/search.aspx?search=martin+lewis&show=collection#collection  ,190 obras en papel del Detroit Institute of Arts.

http://ciudadanobambino.blogspot.com/2008/11/martin-lewis.html  reseña en castellano con enlaces a otras webs donde se habla de Lewis.


domingo, 17 de octubre de 2010

Antonio Camba, silencio para contemplar



 Silencio urbano 6, 50x50 cm


En la serie presentada por Antonio Camba el 28 de enero de 2005 en el madrileño Espacio Zambucho de Madrid, “aparecen las formas arquitectónicas de la ciudad sin el ruido que las contamina: edificios sin ventanas, ni antenas, ni barandillas… Solamente la forma exterior, como si fueran esculturas que irradian un "silencio para contemplar”… resultando unas formas “muy poéticas, casi minimalistas” que, aunque siendo fotografías manipuladas digitalmente y fijadas sobre un soporte de aluminio, se muestran convincentemente pictóricas.


Silencio urbano 66, 30x30 cm



Con Silencio Urbano, Camba aseguraba que quiso reflejar la sensación de soledad que se vive en las ciudades “donde podemos estar muy solos aún rodeados de miles de personas”. Pese a dicha “soledad”, Camba apunta que su visión “no es una visión triste, sino una postura casi mística de la soledad”. Aunque se inserta plenamente en el contexto que describe a continuación: “Mi trabajo en los últimos años ha estado relacionado con la comunicación-incomunicación del ser humano. He trabajando la idea de relación desde diferentes aspectos; con Internet, con la mujer, con tu interior, con el arte, con la pintura, con la memoria, con el sexo, con la censura, ...”



Silencio urbano 1, 30x30 cm


Respecto a la sensación de soledad que destacan obviamente sus obras, yo veo, además de su espléndida presencia plástica y su perturbadora para mí, belleza –es una pena que no podáis ver las obras al natural, en lugar de estas pequeñas reproducciones que me ha cedido el propio artista-, otras cosas no muy acorde con lo expresado por el artista más arriba. Afortunadamente, en el arte, una vez dejada de la mano de su creador la obra vuela sola, adquiere un significado independiente, libre e imprevisible respecto al perseguido por su creador. Su produce inevitablemente una recreación de la obra cada vez que un espectador se enfrenta a ella.



Silencio urbano 2, 50x50 cm




Y a mí particularmente, la contemplación de Silencio Urbano me sumerge en un cierto desasosiego, en contra de esa visión no triste, mística como dice el propio Camba. Aunque disfruto de la belleza mística de esas extrañas esculturas urbanas, paralelamente deseo que alguien las vuelva a habitar, que urgentemente los hombres vuelvan a perforar sus muros, vuelvan a colgar la ropa, vuelva a sonar la radio, las disputas vecinales, el llanto de los críos, la machacante televisión, que vuelva a oler a comida y vuelva a circular el viento por entre sus huecos. Que la ciudad vuelva a renacer como siempre ha sido. Bellas, pero ciegas y mudas esculturas necesitadas de cura.





Silencio urbano 4, 50x50 cm



Así que siento una incesante lucha entre la belleza de los edificios desnudos -descontaminados digitalmente de cualquier vestigio de ocupación humana- y la urgencia de reponer la vida en ellos. No dejo de reconocer en ellos su función de caja de los sueños y las desgracias por encima de su nuevo aspecto escultórico. En los días que me va bien disfruto de su belleza plástica; los que no estoy a gusto, me trastorna. Lo sé porque tengo una obra suya en casa. En fin, las buenas obras tienen estas cosas; sus  incontables  lecturas siempre son diferentes y enriquecedoras, incluso para el propio artista.



Silencio urbano 5, 30x30 cm





Silencio urbano 7, 30x30 cm





Silencio urbano 8, 30x30 cm





Silencio urbano 9, 50x50 cm






Silencio urbano 10, 80x60 cm





Silencio urbano 11, 30x30 cm




Antonio Camba es un creador nacido en San Sebastián, afincado durante años en Palma de Mallorca, España, y ahora en Mendoza, Argentina.


En su web http://www.antoniocamba.com/


y en la de la galería Espacio Zambucho de Madrid,

http://www.zambucho.com/exposiciones/expo_camba.htm
encontraréis más datos sobre su biografía y su obra

domingo, 10 de octubre de 2010

EBOY, el Pixel Art dibuja ciudades

Estuve dándole vueltas a si la brusca inclusión de los pixelartistas EBOY tras el delicado y clásico dibujo de Shaun Tan pudiera resultar chocante y hasta incómodo para algunos de los lectores del blog. Al final decidí que este es precísamente el espíritu del blog; acoger todo tipo de representación gráfica de la ciudad, por sorprendente que parezca, sea cual sea su técnica y sus modos de hacer, siempre que manifiesten ambición en su realización y despierten interés y sorpresa. Así que aquí están los EBOY, prodigiosos artistas del píxel desde hace tiempo. 



Aunque no pertenece a la serie de ciudades, este artículo la abro gráficamente con este magnifico póster realizado por EBOY para la campaña La Pobreza es moderna de Amnistía Internacional




Un píxel es la menor unidad homogénea en color que conforma una imagen digital, por ejemplo las que manejamos en Internet, como las de este blog. Si ampliamos suficientemente una imagen digital en la pantalla del ordenador, se observan claramente los píxeles que componen la imagen. Estos aparecen como cuadrados en color, en blanco o en negro, o en matices de gris, con lo que las imágenes se forman como un enorme mosaico rectangular de píxeles, donde cada píxel forma un área muy pequeña respecto a la imagen total. Cada píxel se puede pintar uniformemente con cada uno de los hasta 16.777.216 colores que admite el software actual, según la calidad de la imagen que se pretenda. 

Conforme ampliamos la imagen digital, van destacándose los píxeles, produciendo ese aspecto pixelado característico que le dan las líneas quebradas.
 
El “pixelado” de la imagen digital muy ampliada, es el utilizado por los creadores informáticos para programas sencillos, por ejemplo el primer y entrañable juego del Príncipe de Persia. Y también es con el que dibujan “pixoramas” isométricos de ciudades, entre otras muchas cosas, el colectivo EBOY, formado en 1998 por los alemanes Steffen Sauerteig, Svend Smital y Kai Vermehr, actuales líderes del llamado pixel art. Resultan escenarios urbanos llenos de color y vida, y que de forma muy particular recrean fantásticamente la ciudad, cualquiera que ella sea. A día de hoy, el colectivo EBOY es un icono mediático internacional, al que las más importantes empresas y sociedades acuden para sus proyectos de comunicación. Las imágenes que muestro a continuación está recogidas en un libro; eboyPixorama.

 En una exposición del grupo EBOY en enero de 2009, en la galería Rojo de Barcelona, se decía; “Pixorama es la culminación de un trabajo modular y orientado a un objeto de estilo que introduce la reutilización y remodelación de sus partes atómicas”. Casi nada, aunque a mí me parece sencillamente la versión digital de los delicados y carísimos mosaicos romanos y bizantinos, -o como el que aquí muestro del exquisito Pietro Cavallini, de 1291, en Santa María de Trastevere-, donde las diminutas teselas cortadas y conformadas a mano, son sustituidas por los píxeles. En definitiva, nada nuevo, pero al alcance de todos y sin coste alguno.


Berlin 





Colonia






Los Ángeles





 
 Nueva York





Oslo





Londres






Marsella





Singapur





Tokio





Venecia


Desde el principio EBOY quiso trabajar en formato digital, producir su trabajo en la pantalla del ordenador y que su público lo viera en su propia pantalla doméstica,. No querían imprimir sus trabajos. Querían un aspecto nítido en pantalla, así que el paso lógico a seguir era la utilización de pixeles y la pantalla, su lienzo.

Su sistema de trabajo, más aún que su técnica de dibujo, que se limita a la exclusiva utilización de la herramienta “lápiz” de Photoshop para dibujar, representa el modo de hacer globalizado de la era digital. Dado que viven en ciudades y continentes distintos, se reúnen por videoconferencia “para discutir los mails de proyectos y las peticiones” que tienen, pues los tres trabajan en estudios diferentes.

“Básicamente uno de nosotros es el director de la orquesta, quien va a dirigir la imagen final, este miembro cambia constantemente dependiendo del proyecto, así es que no hay alguno definido, él se encarga de recolectar todo y componer el trabajo final, también se encarga de sincronizar a los demás”. 


“Utilizamos partes para poder simplificar nuestro proceso de trabajo. Además, estas partes las guardamos como librerías y así podemos modificarlas y reutilizarlas en futuros proyectos. Por ello nuestra librería crece con cada trabajo que realizamos, con lo que nuestra colección es muy completa”. No utilizan bocetos precios. Uno de sus enormes pósters, bien organizados, les puede llevar dos meses de trabajo. Desorganizados, pueden tardar años.  

A continuación os dejo una serie de enlaces para ampliar datos sobre este colectivo: