martes, 3 de mayo de 2011

Varios dibujan, y Antonio Muñoz Molina escribe sobre Habitaciones con Vistas

Léon Cogniet, 1794-1880, The artist in his Room at the Villa Medici, 1817, The Cleveland Museum of Art




El sábado 30 de abril, el escritor español Antonio Muñóz Molina dedicó su habitual colaboración semanal con el suplemento cultural del periódico español El País, a la exposición titulada Rooms with a View: The Open Window in the 19th Century abierta hasta el 4 de julio en el Metropolitan Museum de Nueva York. Muñóz Molina tiene dos pasiones que yo conozca; el arte y las ciudades, como yo. Sobre ambas vuelve una y otra vez en sus artículos y lo cierto es que demuestra, aparte de una enorme erudición, una sensibilidad especial, diferente y muy personal para penetrar en lo más profundo y conmovedor de ambas. La exposición, cuenta, está montada en tres salas con pinturas, grabados y dibujos de habitaciones con ventanas abiertas de la primera mitad del siglo XIX, precisamente en una época de grandes desastres en Europa, en los años peores de las guerras napoleónicas, de las invasiones y las epidemias, de la ruina económica. Me asomé a la web del museo y  me llevé una alegría al descubrir la belleza en otros autores que no conocía.

 


Caspar David Friedrich (German, 1774-1840). Window Looking over the Park, ca. 1837




Caspar David Friedrich, 1774-1840, Woman at the Window, 1822, Staatliche Museen zu Berlin, Alte Nationalgalerie



“Habitaciones austeras y deshabitadas, sin más presencia que la luz que entra por las ventanas; habitaciones en las que alguien se atarea haciendo algo tan ensimismadamente que no mira al exterior; habitaciones en las que un hombre o una mujer de espaldas se asoman a la ventana abierta y al paisaje que hay más allá.... habitaciones despojadas pero también acogedoras, el de la vida retirada que se abre soñadoramente a un paisaje que la soledad o la luz vuelven de algún modo remoto,... Hay que tener una habitación con una ventana para disfrutar del aislamiento sin el cual casi ningún trabajo bien hecho es posible y para despejar la conciencia y también la mirada después de una concentración excesiva”. Antonio Muñoz Molina, El Pais, sábado 30 de abril.




Johann Erdmann Hummel, Sitting Room, ca 1820, Stiffung Stadmuseum Berlin



“Pero esos espacios interiores son también los de las novelas....  No solo para escribir novelas hacen falta una habitación propia y las quinientas libras anuales que calculaba Virginia Woolf: también para leerlas, para sumergirse solitariamente en ellas, para convertirlas en equivalentes de esa ventana gracias a la cual se ve un más allá de la propia vida que de otro modo no sería accesible. Leer en calma, sin distracciones, junto a la luz de la ventana. Apartar los ojos del libro para asomarse a ella, para observar a alguien que pasa, para intuir la novela de la intimidad de los vecinos o de los desconocidos... Quien tiene un cuarto con una ventana ha encontrado su sitio en el mundo”. Antonio Muñoz Molina.



Jakob Alt, View from Artist's Studio in the Alservorstadt Toard Dernbach, 1836, Albertina Viena



 
Louise-Adéone Drolling, Interior with Young Woman Tracing a Flower,ca 1820-1822, Saint Louis Art Museum






“Aquel que vive solo y que, sin embargo, desea de vez en cuando vincularse a algo; aquel que, considerando los cambios del día, del tiempo del estado de sus negocios y demás, anhela de pronto ver un brazo al cual podría aferrarse, no está en condiciones de vivir mucho tiempo sin una ventana que dé a la calle. Y le place no desear nada y sólo acercarse a la ventana como un hombre cansado, cuya mirada oscila entre el público y el cielo, y no quiere mirar hacia afuera, y ha echado la cabeza un poco hacia atrás; sin embargo, a pesar de todo esto, los caballos de abajo terminarán por arrastrarlo en su caravana de coches y su tumulto y así finalmente en la armonía humana”. Kafka, citado por Muñóz Molina en su web del 2 de mayo de 2011 titulado "otras ventanas".



 Carl Gustav Carus, 1789-1869, Studio in Moonlight, 1826, Staatliche Kunsthalle Karlsruhee




Adolph Menzel, 1815-1905, The Artist's Bedroom in Ritterstrasse, 1847, Staatliche Museum zu Berlin, Alte Nationalgalerie




Carl Gustav Carus, 1789-1869, Balcony Room with a View of the Bay of Naples, 1829-30 





  Georg Friedrich Kersting, 1785–1847, Woman Embroidering, 1811
Klassik Stiftung Weimar, Goethe Nationalmuseum.




"No hacen falta demasiadas cosas en la vida pero sí una habitación con una ventana; una habitación que sea de uno y con una puerta a la que en caso necesario se le pueda añadir un pestillo o echar la llave, como dice Virginia Woolf; una habitación con una ventana por la que entre algo de luz natural y desde la cual se pueda observar un fragmento de vida y un ingreso decente que le conceda a uno el sosiego necesario para sus indolencias o para sus tareas sin beneficio asegurado. En 1928, Virginia Woolf calculaba que una mujer, para dedicarse libremente a escribir, necesitaba 500 libras al año aparte de una habitación con un pestillo". Antonio Muñoz Molina.






Carl Gustav Carus, 1789-1869, Studio Window, 1823-24, Die Lúbecker Museen




Christffer Wilhem Eckersberg, 1783-1853, The Artist's Two Daughters, 1852, Statens Museum for Kunst, Copenhagen



Georg Friedrich Kersting, Caspar Friedrich en su estudio, 1812, Nationalgalerie, Berlin



Giovanni Battista de Gubernatis, 1774-1837, The Artist't Studio in Parma, 1812, Galleria Civica d'Arte Moderne e Contemporanea, Turín





Giovanni Battista de Gubernatis, 1774-1837, The Artist't Studio in Parma, 1812, Galleria Civica d'Arte Moderne e Contemporanea, Turín





Franz Ludwig Catel, 1788-1856, A view of Naples through a Window, 1824, The Cleveland Museum of Art




Johan Christian Dahl, 1788-57,0  0 View of Pillnitz Castle, 1823, Museum Folkwang, Essen




Wilhelm Bendz, Interior from Amaliegade with the Artist's Brothers, ca. 1829




Adolf Menzel, Balkonzimmer, 1845




Johann Erdmann Hummel, Sitting Room, ca 1820, Stiftung Stadtmuseum Berlin




Michel-Martin Drolling, 1752-1817, Interior de una cocina con una mujer y dos niños, 1815




La inmensa mayoría de las imágenes las he sacado de la web del Metropolitan Museum  www.metmuseum.org.

Otras, muy pocas, las he encontrado en la red picado por la curiosidad de saber quiénes eran esos artistas. También, por la posibilidad de dedicar más adelante algún artículo a los artistas y sus talleres a través del tiempo, porque, como habréis observado, muchos de los cuadros de la exposición retratan el lugar de trabajo de los mismos. Y a fe que dan mucha envidia por la serenidad e intimidad que desprenden y las bellísimas ciudades y paisajes que se adivinan por las ventanas.

El artículo de Muñoz Molina en el Pais lo podéis disfrutar en;



1 comentario:

  1. Una ventana preciosa, entrada de aire sensible, la tuya y la de Antonio Muñoz.

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