Los dibujos, planos y demás elementos gráficos que aparecen en este artículo, salvo las reproducciones antiguas y el detalle de Wyngaerde, los he realizado por iniciativa propia en esos huecos entre encargos que suelen aparecer en nuestra profesión. Salvo la vista de conjunto de la catedral, no están publicados, así que este blog puede ser una buena tribuna para mostrarlos e interesar a alguien.
Dibujé la catedral de Cuenca por encargo de la Diputación Provincial de Cuenca. Está dibujado con rotring de 0,2 mm, de tamaño aproximado 70 x 50 cm, y acuarelas líquidas Vallejo cuya transparencia permite que las líneas de tita permanezcan nítidas. Debía resultar una imagen muy limpia y descriptiva, mostrando preferentemente la estructura arquitectónica del edificio, con una girola muy interesante por su precocidad y soluciones estructurales y formales. Como la mayoría de las catedrales, sufrió a lo largo de los siglos numerosas intevenciones que desfiguraron absolutamente su aspecto original. La más llamativa de las intervenciones fue la edificación a comienzos del siglo XX de la fachada actual por el arquitecto Lampèrez, tras el derrumbe en 1902 de la desaparecida torre del Giraldillo sobre la anterior fachada barroca.
Afortunadamente disponemos de documentación gráfica para reconstruir la transformación de la fachada de la catedral desde el siglo XVI hasta hoy. La secuencia se inicia con la vista de Anton Van den Wyngaerde hacia 1565; en ella se distinguen nítidamente las dos torres, la del Ángel o Giraldo y la de las campanas, así como el rosetón.
Sigue la secuencia en el siglo XVII, cuando la primitiva fachada gótica sufre una profunda remodelación aún cuando se respeta en gran medida su composición general. Más tarde, en 1720, se produce una segunda reforma cuya imagen final es la de la imagen de al lado, y que he dibujado basándome en estudios del arquitecto Francisco León e imágenes del siglo XIX, y que es la que permanece hasta su derrumbe en 1902.
Por fin, a comienzos del siglo XX, el derrumbe de la torre del Giraldo agrava la inestabilidad de la fachada barroca. Se desmonta y se levanta una fachada nueva según el proyecto del arquitecto Vicente Lampérez, que preveía altos capiteles a la manera de las catedrales francesas de la época, tal como aparece en el dibujo. En el proyecto definitivo las suprimió, sustituyendo los chapiteles por simples terrazas, quedando la fachada inacabada.
Gracias por el aporte, siempre me ha llamado la atención la fachada "inacabada". La verdad es que pensaba que era una falsa fachada, unas puertas que no llevaban a ningún lado por la destrucción de la catedral en alguna guerra.
ResponderEliminarPuede que tuviese mejores épocas, sí, pero pocas fachadas despiertan tanto la imaginación.
Un saludo!